28 febrero 2024

Los libros prohibidos

 

Al final sólo cenizas quedaron…

 De cuántos y de cuánto deben dar cuenta las hogueras

 

¿Por qué habría que prohibir un libro?

Algunas prohibiciones se nos dice que son para protegernos…

¿Protegernos de qué? ¿Protegernos de quién? ¿Cuáles son los reales peligros de los que nos protegen? Esos peligros de los que supuestamente nos protegen ameritan que le cueste la vida en la hoguera al que se le encontró –o se dijo que tenía- un libro prohibido? ¿Se le pretendía proteger –quemándole vivo- a él mismo del gran peligro que representaba para su real vida el libro que leía?

Muchas preguntas que no reciben sus francas respuestas.

¡Qué ciegos, qué sordos y qué insensibles hemos estado!

Seguramente por miedo, por salvarnos de la hoguera decidimos olvidar lo que nos ordenaron olvidar, lo que intentaron esconder.

Otros tiempos corren ahora. Otros tiempos que tiran máscaras, queman, consumen a las personas y a los conceptos que durante mucho tiempo se ocultaron tras ellas.

¡No vivamos ya en la inercia y en los miedos del pasado!

Caminemos ahora en la luz, en la libertad y realicémonos en plenitud; todo nos anima a eso.

 

ÍÎÏР  Ë   ÑÒÓÔ

 

Rindamos homenaje a los que ni la hoguera, ni el miedo a morir en ella les impidió ser quienes decidieron ser y así nos legaron su ejemplo de carácter, su real libertad, su testimonio de batalla y su fulgor imperecedero cuando las llamas de la hoguera ya se habían extinguido.  

 

ÍÎÏР  Ë   ÑÒÓÔ

 

 

Autor: Fernando Jorge García Asomoza

 

 

Tzakapu, Michoacan.

08 febrero 2024

El sendero -La necesaria búsqueda vital-

 

Todo es una travesía interior

 

He caminado toda mi vida como un sincero buscador.

He querido encontrar la razón y el sentido de porque estoy aquí y todo es como yo lo percibo.

Nada fácil ha sido ser fiel a esa búsqueda, pues he tenido la compañía de emociones que me invitaban a abandonarla, sentimientos que me decían ya no busques... No te compliques la vida. Sólo haz lo que se espera que debes hacer; y esto me revelaba profundamente pues mi alma en busca de sentido me decía en tono más fuerte aún: ¡Busca! Encuentra el sentido de estar aquí; de ser quien eres. Muchas más cosas me pedía mi alma.

No fueron los anteriores tiempos fáciles, ¡no para nada lo fueron!

Quizá ese era el nudo más grande a deshacer. El buscar encontrar sentido al sinsentido.

Continúe fiel a mi búsqueda.

Muchas cosas -demasiadas- han aparecido en el camino.

De repente en ese sinuoso sendero tal cual un rally enigmático iba yo encontrando perlas, verdaderas joyas y las tomaba admirándolas, deleitándome en su destello y su luz. Fui feliz en esos momentos, la búsqueda había tenido sentido y razón.

Pero la búsqueda no se acabó ahí, continuaba, parecía ser eterna y así decidí entenderla.

Vi que los manuales aprendidos -perversamente puestos en el camino- trataban de alejarme de la búsqueda, pretendían hacerme desistir o darme falsamente el sentido de todo. Pero nada de eso me dejó saciada esa sed y hambre de búsqueda. Aún no tenía todo lo que yo quería encontrar, lo que para mí era necesario descubrir.

En mi caminar llegué a claros del bosque que me dieron paz y descanso.

Una maravillosa paz y una profunda alegría comenzaron a visitarme y a ser mis compañeras habituales. ¡Me cantaban y me hacían reír!

Me di cuenta de muchas cosas, demasiadas.

Me di cuenta de que el universo entero está en mi interior, que fuera sólo están las manifestaciones de ese mi mundo interior.

Comencé a soltar la gran cantidad de mochilas con avíos y pertrechos que yo cargaba y que me esforzaba por llevar como seguridades en este singular camino de búsqueda. Me volví muy ligero, ligerísimo de equipaje. Hasta que comencé a viajar desnudo.

En esta última etapa muchas revelaciones y descubrimientos llegaron fácilmente.

No puede transmitirse la totalidad de la experiencia vivida, está sólo puede ser experimentada.

Pero te invito a buscar lo que tú alma te grita o te canta sin desfallecer.

Hoy mi ser viaja feliz sin las angustias de buscar lo que sabe que en esencia ya encontró.

 

¿Te imaginas saber -ser consciente- que en verdad tienes todo y siempre lo has tenido?

 

 

“El único viaje es el viaje interior”

Rainer María Rilke

 

ÍÎÏР  Ë   ÑÒÓÔš

  


Autor: Fernando Jorge García Asomoza.

 

Tzakapu, Michoacan.