Inicia una nueva partida y cambia el juego
Es fácil seguir con la inercia y no bajarse oportunamente del camión que nos transporta. Vamos distraídos, unas veces fascinados y otras preocupados pero absolutamente distraídos de lo esencial.
Es necesario tocar el timbre para solicitar la parada al chofer y descender en el siguiente apeadero.
Una vez de nuevo con los pies en la tierra reflexionar ¿en dónde estamos? ¿Para dónde deseamos ir?
Todos nuestros problemas se resuelven cuando yo vuelvo a estar al mando, cuando tomo firmemente el timón de manera consciente y con un plan de viaje. Así, y sólo así, podré llegar mejor y más pronto al destino que deseo y he determinado. No hay otra forma.
Una baraja nueva sin cartas marcadas ni deterioro alguno está ya en circulación para la nueva partida. Inicia un nuevo juego en donde las trampas y los abusos ya no tienen lugar, solamente la habilidad de cada jugador es lo que cuenta. Concentrémonos, entendamos que es un nuevo juego, todo está por hacerse.
¿Y las reglas para este nuevo juego?
Aún no existen reglas, no las hemos definido todavía; estas dependerán de cómo y a qué deseamos jugar. Es más, podemos dejar la baraja y diseñar nuevas fichas o pelotas, o lo que se nos ocurra. No vamos ahora a competir, vamos a divertirnos, vamos a pasarla muy bien y a convivir. O ¿deseamos jugar en solitario? También se vale, pero somos seres gregarios y nos conviene tener compañeros de juego.
La nueva baraja, la nueva partida y el nuevo juego son figuras para expresar las nuevas formas de hacerlo todo para estos tiempos nuevos.
Ya nadie gobernará, pues gobernar supone que unos mandan y otros obedecen. Habrá una administración comunitaria basada en los intereses de todos los integrantes de esa comunidad.
Todo lo anterior supone entender que se ha terminado una Era y con ella sus características intrínsecas en donde tuvo cabida la mentira, el engaño, el abuso en todos los aspectos de unos a otros.
Es claro que no estamos acostumbrados a sabernos poderosos y a ejercer ese nuestro natural poder. Aquí está un punto clave a remediar, y el primero. Después seguramente será necesario un periodo de aclimatación en donde dejemos atrás los miedos, las rutinas y las normas aprendidas que ya ahora no operarán más.
Para ser verdaderamente libres debemos vencer nuestros miedos.
ÍÎÏÐ Ë ÑÒÓÔ
Autor: Fernando Jorge García Asomoza.
Tzakapu, Michoacan.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario